El juicio que intenta determinar si Amber Heard cometió un delito de difamación contra Johnny Depp continúa su curso. El actor reclama a su exmujer una compensación de casi 50 millones de euros por haber arruinado su carrera después de que ella escribiese un artículo como “víctima de violencia doméstica” para el diario The Washington Post en 2018. Una pieza en la que no nombró a Depp, pero a causa de la que el actor está convencido perdió numerosos contratos, entre ellos, con Disney.
Un proceso judicial que se inició a comienzos de este mes, y que se espera se prolongue hasta mediados del mes de mayo; y en el que se están descubriendo detalles inéditos y bastante dramáticos sobre cómo era la relación de la entonces pareja, que estuvo casada durante 15 meses. Una relación marcada por el alcohol, las drogas y las agresiones físicas; pero en la que los testimonios que se están escuchando durante el juicio indicarían que no sucedieron como el gran público cree en realidad. Unos testimonios a los que se une el de uno de los guardaespaldas de Depp, que asegura que vio marcas de violencia en el actor, nunca en Amber Heard.
Después de que una psicóloga clínica y forense, diagnosticara a Amber Heard con dos trastornos de personalidad; que su mayordomo contara cómo encontró la parte del dedo seccionado del actor o que su ex chófer confirmara que Amber Heard consideraba ‘una broma que salió mal’ dejar excrementos en la cama del actor, las cosas no parecen ponerse fáciles para la actriz, que también tuvo que escuchar cómo su ex representante aseguraba que las acusaciones de violencia doméstica habían terminado con la imagen y la carrera de Depp.
En la sesión del jueves le llegó el turno a Malcolm Connolly, uno de los guardaespaldas de Johnny Depp, que trabajó con él durante todo el tiempo que duró su relación con la actriz. Según Connolly, al principio la pareja se mostraba muy enamorada, con Amber Heard siendo “encantadora, como es ella normalmente”. Sin embargo, todo cambió con el tiempo: “Amber comenzó a cambiar. Empezó a mostrarse más rebelde, demandaba más. Pude ver que Amber quería llevar los pantalones en la relación, era bastante evidente”, testificó el guardaespaldas, que añadió que la actríz podía mostrarse “un poco fría sin venir a cuento”. Connolly, además, señaló que, según ella cambiaba, el actor “estaba más callado” de lo normal.
Un trabajo en el que asegura haber escuchado a la actriz “chillando” a menudo, pero que nunca vio ningún tipo de agresión física entre ellos. Sin embargo, sí vio cómo la actriz le había lanzado algunas cosas a Depp, incluyendo una lata de refresco o un mechero. Además, a pesar de reconocer que no había visto peleas o que llegasen a las manos directamente, sí se dio cuenta de que el actor aparecía con heridas, nunca Amber Heard.